Señor, sabes que tengo prisa
y que la velocidad del reloj
a veces me parece insuficiente.
Que intento sacarle más horas a los días,
más minutos a las horas,
más segundos a los minutos.
Señor, perdóname porque a veces atropello a la gente,
quiero que todo marche a mi ritmo
Señor, sabes que tengo prisa
pero aún no he aprendido a correr a Tu presencia
transforma mi impaciencia en un deseo ardiente
de encontrarme contigo cada día
dame prisa para buscarte
dame prisa para orar
dame prisa para escucharte
dame prisa para deleitarme en Ti,
Para todo lo demás, dame paciencia.
Suspiros para Mamá.
Patricia Adrianzén de Vergara.
Keila Ochoa Harris.
Ediciones Verbo Vivo
Perú, Abril 2012

Gracias, igualmente, Gracias por estar aquí y comentar. Regresa pronto 🙂
Que Dios te llene de más bendiciones!
Si tienes mucha razón, es un arte organizar nuestro tiempo de forma sabia, un arte el buen vivir. Gracias por leer y comentar.